Dedicado a todos aquellos que juraban que Aizen se la pasaba en bolas todas "Las Noches"...
Tia Halibel, la tercera Espada, escuchó llamar a su puerta. Ella sólo respondió con un indiferente "adelante". Era el sexto espada Grimmjow, que parecía molesto, como siempre.
---Aizen-sama solicita tu presencia.
---¿Para?
---Eso no me incumbe.
---Está bien.
Halibel sintió como Grimmjow miraba forzosamente el suelo, tratando de contener su erección y abalanzarse sobre ese increíble par de tetas. Estaba segura de que si él hubiera tenido un rango más alto entre los Espada, ya la habría violado hace rato. Por suerte Barragan tenía la pinga "muerta" y stark era demasiado flojo como para darse el trabajo de forzarla. Se sentía segura.
Cuando llegó hasta el salón del trono, Aizen estaba sentado en su trono, y tanto Ichimaru como Tosen lo acompañaban. "Bienvenida seas, tercera Espada", saludó con mucho respeto el señor de los arrancar. Ella se inclinó, para luego preguntar el motivo de su llamado; pronto desearía no haberlo hecho.
Las puertas detrás de ella se cerraron con fuerza y Aizen apareció delante suyo con un invisible salto de shunpo. El sonido rasgante de Kyoyka Suigetsu llenó el gran salón y su top cayó cortado a la mitad. Ichimaru Gin reía con una risita malévola. La tercera espada no sabía cómo responder. Aizen ya no sonreía; en vez de eso observaba furioso los restos de máscara hollow sobre su rostro. Tomó a Halibel del cabello y le ordenó con furia: "Libera tu espada, puta","¿Cómo mierda quieres que mi pinga entre?".
Halibel retrocedió; Aizen tenía montada una verdadera tienda de campaña en los pantalones, y aunque estaban lejos, podía notar que los otros dos también. Estaba perdida. Aizen repitió su pregunta, esta vez sonriendo de nuevo, elevando su inmensa energía espiritual, que la puso de rodillas. Se acercó a ella con el inmenso bulto en los pantalones. "He dicho libera tu zanpakuto, puta"; ordenó. Lo siguiente que sintió fueron miles de cortes sobre su cuerpo. No tenía opción: sacó su corta espada y gritó: ¡Ataca, Tiburon!. Aizen volvió a sonreír mientras se bajaba los pantalones, y sus subordinados se ponían a su lado.
Se abalanzó sobre los tres, decidida a ganar. No lo creyó por mucho. Aizen la detuvo con un kido de alto nivel. "Hado 90: Ataúd Negro", murmuró Aizen apuntando hacia ella. Halibel cayó derrotada ante la fuerza del hechizo. Los tres la rodearon, relamiéndose. Aizen la levantó del suelo y la lanzó contra una pared y le puso la inmensa polla sobre la cara.
---Todo tuyo, zorra---le dijo mientras introducía a la fuerza su pinga dentro de la boca de la tercera espada.
---Ohhhh Aizen-sama parece que alguien no pudo aguantar el calor...---dijo Gin mientras pasaba el dedo por los labios de la vagina de la Espada, que chorreaban como un caño abierto.
---¿Estás diciédome que ni siquiera puedes soportar este nivel de presión espiritual? Quizá es mejor que aumente---preguntó con sorna el señor de los arrancar.
Halibel trató de negar desesperada con la cabeza, pero un poderoso y caliente chorro de semen la acalló. No podía sacarse la polla de la boca por más que intentara, y la tremenda descarga bajó completa por su garganta, haciendo temblar su cuerpo al borde de la epilepsia; la arrancar cayó al suelo de rodillas temblando de desesperación, llorando y cubriéndose la boca con las manos. Los tres la miraban al borde de las carcajadas, y Gin incluso abrió los ojos en el momento que Halibel no pudo contenerlo más y abrió la boca dejando caer una cascada de semen blanco.
---Ay ay ay que lindo show---rió Aizen.
Cuando ella intentó volver a pelear, la energía espiritual de Aizen la puso de nuevo de rodillas, y empezó a sudar y jadear. Su coño estaba empapado; a pesar de que era su mejor esfuerzo, sentía como unas pocas gotas se filtraban y caían al suelo. Desesperada trató de detener el flujo taponándolo con los dedos, ante las risas de Aizen y su gente.
---Acabemos con este jueguito--- y los tres elevaron su energía espiritual al máximo.
Se escuchó un increíble grito de placer cuando Halibel alcanzó el orgasmo, y una gran bomba de semen contenido explotó bajo ella.
Continuará...
---Aizen-sama solicita tu presencia.
---¿Para?
---Eso no me incumbe.
---Está bien.
Halibel sintió como Grimmjow miraba forzosamente el suelo, tratando de contener su erección y abalanzarse sobre ese increíble par de tetas. Estaba segura de que si él hubiera tenido un rango más alto entre los Espada, ya la habría violado hace rato. Por suerte Barragan tenía la pinga "muerta" y stark era demasiado flojo como para darse el trabajo de forzarla. Se sentía segura.
Cuando llegó hasta el salón del trono, Aizen estaba sentado en su trono, y tanto Ichimaru como Tosen lo acompañaban. "Bienvenida seas, tercera Espada", saludó con mucho respeto el señor de los arrancar. Ella se inclinó, para luego preguntar el motivo de su llamado; pronto desearía no haberlo hecho.
Las puertas detrás de ella se cerraron con fuerza y Aizen apareció delante suyo con un invisible salto de shunpo. El sonido rasgante de Kyoyka Suigetsu llenó el gran salón y su top cayó cortado a la mitad. Ichimaru Gin reía con una risita malévola. La tercera espada no sabía cómo responder. Aizen ya no sonreía; en vez de eso observaba furioso los restos de máscara hollow sobre su rostro. Tomó a Halibel del cabello y le ordenó con furia: "Libera tu espada, puta","¿Cómo mierda quieres que mi pinga entre?".
Halibel retrocedió; Aizen tenía montada una verdadera tienda de campaña en los pantalones, y aunque estaban lejos, podía notar que los otros dos también. Estaba perdida. Aizen repitió su pregunta, esta vez sonriendo de nuevo, elevando su inmensa energía espiritual, que la puso de rodillas. Se acercó a ella con el inmenso bulto en los pantalones. "He dicho libera tu zanpakuto, puta"; ordenó. Lo siguiente que sintió fueron miles de cortes sobre su cuerpo. No tenía opción: sacó su corta espada y gritó: ¡Ataca, Tiburon!. Aizen volvió a sonreír mientras se bajaba los pantalones, y sus subordinados se ponían a su lado.
Se abalanzó sobre los tres, decidida a ganar. No lo creyó por mucho. Aizen la detuvo con un kido de alto nivel. "Hado 90: Ataúd Negro", murmuró Aizen apuntando hacia ella. Halibel cayó derrotada ante la fuerza del hechizo. Los tres la rodearon, relamiéndose. Aizen la levantó del suelo y la lanzó contra una pared y le puso la inmensa polla sobre la cara.
---Todo tuyo, zorra---le dijo mientras introducía a la fuerza su pinga dentro de la boca de la tercera espada.
---Ohhhh Aizen-sama parece que alguien no pudo aguantar el calor...---dijo Gin mientras pasaba el dedo por los labios de la vagina de la Espada, que chorreaban como un caño abierto.
---¿Estás diciédome que ni siquiera puedes soportar este nivel de presión espiritual? Quizá es mejor que aumente---preguntó con sorna el señor de los arrancar.
Halibel trató de negar desesperada con la cabeza, pero un poderoso y caliente chorro de semen la acalló. No podía sacarse la polla de la boca por más que intentara, y la tremenda descarga bajó completa por su garganta, haciendo temblar su cuerpo al borde de la epilepsia; la arrancar cayó al suelo de rodillas temblando de desesperación, llorando y cubriéndose la boca con las manos. Los tres la miraban al borde de las carcajadas, y Gin incluso abrió los ojos en el momento que Halibel no pudo contenerlo más y abrió la boca dejando caer una cascada de semen blanco.
---Ay ay ay que lindo show---rió Aizen.
Cuando ella intentó volver a pelear, la energía espiritual de Aizen la puso de nuevo de rodillas, y empezó a sudar y jadear. Su coño estaba empapado; a pesar de que era su mejor esfuerzo, sentía como unas pocas gotas se filtraban y caían al suelo. Desesperada trató de detener el flujo taponándolo con los dedos, ante las risas de Aizen y su gente.
---Acabemos con este jueguito--- y los tres elevaron su energía espiritual al máximo.
Se escuchó un increíble grito de placer cuando Halibel alcanzó el orgasmo, y una gran bomba de semen contenido explotó bajo ella.
Continuará...
